lunes, 26 de abril de 2010

Otro partido del CP Salas

Sábado 10 de abril. Calor sofocante mientras espero a que pase el autobús de recogida por el cruce de Silos. No sé por qué razón, pero habíamos quedado a las 12:45 y no llegan hasta las 13:05. Mal empezamos, teniendo en cuenta que el partido es a las 16:00 en Cuéllar  (Segovia). Además vamos con el autobús pequeño de Pedro Luis. El driver  empieza a meterle caña, porque si no vamos a llegar apuradillos para calentar; pasamos Huerta y un aficionado que venía con nosotros  se siente indispuesto y vomita en el bus, tenemos que evacuar a marchas forzadas y esperar un buen rato a que se ventile por que entre el calor y el olor, casi nos pega un mareo a todos. Total, que este viaje se empieza a parecer al de La Cebrereña. A pesar de todo, llegamos con tiempo a Cuellar para calentar, pero no con muy buenas sensaciones.

Primer parte mala donde las haya, campo seco y balones duros. Se nos lesiona Paniego y sale David, el chico de Jesús de Roscales; al final de la primera parte, dos despistes defensivos y un poco de suerte hace que nos metan dos goles que nos dejan KO.

En la segunda, mejoramos un poco con la entrada de Sergey Balakov Todorov, que la mandó al palo nada más comenzar.  Aún así tampoco supimos dominar a pesar de que ellos se quedaran con diez por agresión a Briones (un chaval de Burgos bien majo). JP arriesgó, y me quitó para meter un media punta y así conseguir algún gol. Hasta el minuto 94 no fuimos capaces de perforarles el marco, con golazo por la escuadra de Rafa Fierro.

Total que mal partido por tierras segovianas y tarjeta para Ra que no podrá jugar el siguiente partido en el Burgo de Osma.
La anécdota del partido fue que mientras a Paniego le atendían en la banda, el línea echó a correr en un contra ataque y se tropezó en Paniego, rompiéndose la muñeca en la caída, con lo que no podía seguir y la segunda parte la tuvimos que jugar sin líneas.

Javicón

domingo, 25 de abril de 2010

Las virtudes teologales

La existencia de las virtudes teologales solo la conocemos por la Revelación. De cuerdo con estas enseñanzas bíblicas, el Concilio de Trento enseña que «en la misma justificación, juntamente con la remisión de los pecados, recibe el hombre  las siguientes cosas, que se le infunden por Jesucristo, en quien es injertado: la fe, la esperanza y la caridad» .

• la fe, como luz que permite percibir el sentido divino de los acontecimientos.
• la esperanza, como seguridad y optimismo fundados en la confianza en Dios .
• la caridad, como principio que empuja a amar siempre con el amor de Dios.
Tras este piadoso título que luego explicaré vamos al asunto. Tarde del sábado en Canicosa, apaciblemente en cuanto a climatología, campo en mal estado. De plantilla bien, 16 jugadores a las ordenes del mister, algunos de ellos tocados pero a disposición si fuese menester.  Una vez más (y no se ni cuantas van ya) nos jugábamos todo y la victoria era condición sine qua non para optar a la tan ansiada clasificación. Rueda el balón y somos un equipo atenazado desde el minuto 1. Las pocas llegadas por ambas bandas acaban en nada y una sensación de que no estamos campea por el campo. Ellos tampoco nos crean peligro pero en un balón rechazado un jugador canicoso empalma un balón que se aloja placidamente en nuestra escuadra sin opciones para David que regresaba bajo palos tras lesión. 1-0 , problemas, serios problemas para el Racing. Continua el choque y seguimos sin jugar a nada. En un error defensivo Canicosa se planta ante Carletes pues David se retiró de nuevo lesionado (ánimo, contamos contigo) y la enchufa. 2-0 y saltan todas las alarmas. Mejoramos algo hasta el descanso con algún acercamiento tímido que queda en nada.
A la caseta. Momento difícil para el equipo, la temporada ya no en un partido si no en 45 minutos. Cambios para revertir  la situación. Entran Cesar y Milen para tratar de remontar y comienza el segundo parcial con una nueva llamada a la épica. La épica nos responde pronto y Pablito(lo mismo te tira un triple que te marca un gol) en tres minutos anota. Excelente noticia, la remontada ha comenzado y el reloj todavía nos da tregua. El Racing, muy motivado dentro y fuera del césped (nuestros incondicionales se merecen un monumento o al menos una crónica
dedicada a ellos que prometo llegará) se lanza a la yugular de Canicosa y las llegadas son continuas pero incluso llegan a sacarnos varios goles bajo palos. El reloj comienza a ser un compañero peligroso. Con todavía 20 minutos por jugarse falta en un lateral del área, Duche coloca el esférico y lo golpea con rabia, el balón vuela como un obús a la escuadra rival.
Golazo¡¡¡ (grande el Capi) y queda tiempo, a por ellos.

El Racing se lanza cual jauría a por la victoria. Tenemos varias opciones que no convertimos y para colmo en una de ellas Cesar cae lesionado y parece que de gravedad (esperamos que sea lo menos posible). El reloj ya es un problema, los minutos gotean y el ansiado tercer gol no llega.., Esto ya es una agonía, llegamos al descuento.
En un ataque, ya más de corazón que de fútbol, nos plantamos en el área rival, por allí se oye a Fernan vocear: ¡Vamos que es la última¡¡ Balón rechazado al centro del área y Luis (sí, ese, el de los Luises de toda la vida) en poderoso salto remata, vuela el balón….en ese momento juro que si me pinchan no sangro.., el arquero canicoso llega, pero es bajito, y el balón cae
¡dentro¡¡¡. Apoteosis, equipo y afición una piña dentro del campo, el milagro se consumaba, el Racing ganaba 2-3, dos minutos más de tensión, fin del partido, ¡uf¡.
Pensaba titular esta crónica “El Álamo” o “Victoria Pírrica” pero eso será otro día. La razón es que se me vino Oscar “mellicito” y mientras me abrazaba me dijo ¡esto es un triunfo de fe, un triunfo de fe¡¡ pues eso FE fue la que nos llevó a esta agónica victoria, ESPERANZA en que nuestros lesionados se recuperen pronto y en ganar el próximo encuentro y por CARIDAD que estos finales no se repitan que ya algunos vamos teniendo una edad y esto es un sin vivir
¿Y ahora..? Os cuento. Tras revisar resultados de otros grupos, no somos uno de los mejores cuartos pero casi todos han acabado y nosotros no. Este viernes en el Municipal de San Isidro recibimos a Huerta de Abajo (conjunto trufado de salenses).
Un empate nos daría la clasificación por lo que es bueno, pero ayer en Hacinas saltó la sorpresa y Vilviestre se llevó los tres puntos. Esto significa que si batimos a los huertaños subiríamos a la tercera plaza, que da la clasificación directa, en detrimento de Hacinas que pasaría a nuestro actual puesto. Esto es lo que hay. Perdemos varios jugadores por lesión o puente festivo. El resto deberemos sacrificar una buena tarde de tuta en la Fiesta Castellana de Filomena Huerta pero la ocasión lo merece. Estamos muy cerca…La temporada está siendo larga y difícil pero queda un pasito. Racinguistas, un paso al frente, fuerza y honor y como diría el mítico Rafi ¡Corcho, Copón, Mi Racing Campeón!!
Un principio piadoso, merece un igual final: Yo, os bendigo.
Silver

miércoles, 21 de abril de 2010

Que no es sólo que vengan… sino que no se vayan…

 
“Es excesivamente optimista y hasta narcisista presumir de una gestión que se reduce a las inversiones del Plan E”
Ángel Guerra, concejal del PP en Aranda de Duero, Diario de Burgos, 21 de marzo de 2010
 
 

Empiezan las nuevas titulaciones académicas ajustadas al Plan Bolonia, y aquí, en materia educativa, estamos como estábamos… o peor, de momento.
 
En la Sierra tenemos cuatro institutos: en Salas, en Quintanar, en San Leonardo y en Covaleda. Pues bien, en todos ellos los alumnos estudian lo mismo, ESO y Bachillerato. ¿Qué pasa cuando un/a estudiante quiere cursar Ciclos Formativos (eso que antes se llamaba Formación Profesional)? Pues ocurre que se marcha a Soria o a Burgos, como muy cerca, y, por lo general, se desvincula de su pueblo, y que acabamos perdiendo trabajadores especializados. Con el caso de los universitarios ya ni echamos cuentas, pero no sólo en los pueblos, sino ya –en un porcentaje significativo de masa crítica y más formada- ni en Castilla y León.
 
A lo que íbamos: la aciaga política de los gobiernos de Herrera no ha previsto que aquí, en los centros educativos de la zona, se pueda formar profesionalmente a los habitantes que lo deseen o que no tengan capacidades suficientes para cursar el Bachiller, en materias tan próximas y de salida laboral factible como trabajos de transformación de la madera (carpintería, ebanistería, fabricantes de muebles, etc.), gestión e intervención medioambiental, asistencia geriátrica, patrimonio turístico y natural, etc., etc. Es curioso que, por poner solo un ejemplo, el único centro de la provincia que imparte ciclos formativos relacionados con la madera esté en ¡Burgos capital! y ¡no sea público!
 
Así andamos.
 
Resultará muy positivo promover actividades culturales que reforzarán nuestras raíces históricas y literarias (y sobre todo, las de aquellos que no viven aquí de continuo), y que se desarrollen en verano, cuando ya viene más gente a los pueblos a pasar unos días. Pero quizá fuera más operativo promover que la gente no se tenga que ir el resto del año. Y aunque algunas asociaciones serranas han realizado gestiones para generar la implantación de ciclos formativos, no hemos visto insistir a asociaciones empresariales de Salas en esta demanda que crea, por lo menos en otros lugares, tejido industrial y comercial.
 
 
P.D.: Adivine en menos de cinco segundos qué alcalde de los municipios citados no vive habitualmente en su pueblo. Y asocie, o no, la implicación en el problema.
 
 
El tío de la vara y el gallo escarbador

Si no sales en los medios, no existes

Que los habitantes de Salas perciben cierta paralización del pueblo, y hasta cierta desidia, por parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento no es ninguna noticia fresca. Ahí están los diferentes foros, virtuales y del comercio y de los bares, donde se perciben tales sensaciones. Que últimamente, incluso en los mentideros del Partido Popular local, se hablaba de recambiar el candidato –el puesto lo dan por hecho- para alcalde de aquí a las elecciones de mayo de 2011, es algo también conocido. Por eso, llama poderosamente la atención que nuestro regidor máximo haya sido reforzado en los medios de comunicación –sobre todo en el Diario de Burgos y en La voz de los Pinares. Se anuncia que se van a construir unas piscinas cubiertas, unas viviendas de protección oficial, una planta de biomasa, un centro de salud nuevo, un museo de dinosaurios regional… añadan ustedes lo que les apetezca: a un año de las elecciones es evidente que nada de eso se va a ver en la práctica.

Entonces, ingenu@s de nosotr@s, nos preguntamos: ¿para qué se anuncian tales proyectos como próximos a ejecutar, a sabiendas de que no existe tal previsión? Una interpretación es que el PP pretende volver a presentar al mismo candidato; otra, que se vaya preparando una salida personal en otro organismo al margen de Salas, por donde ya resulta caro de ver. Las circunstancias personales cambian, y es lícito atenderlas, pero ¿el fin justifica los medios?

Decía Machado “hacer las cosas bien importa más que el hacerlas”. Visto ahora resulta apropiado deducir que decir las cosas en los periódicos citados importa más que hacerlas.

Super ratón

martes, 20 de abril de 2010

Los Luises


El hecho de que varios reyes de Francia hayan llevado el nombre de Luis ha hecho que muchos poetas al referirse al idioma francés le llamen la "lengua de los Luises".A lo largo de la historia, algunos de estos Luises se caracterizaron por ser personalidades bastante estrambóticas. El nombre de Luis se deriva del Clovis medieval, el cual perdió la C y la v paso a ser u. El primero de los Luises reinó entre 418 y 511 y fundó el reino de los francos.
Luis XIV es conocido como el Rey Sol y su reinado se caracterizó por un lujo y esplendor pocas veces vistos. Constructor de Versalles y conocido por el caso del famoso Hombre de la Mascara de Hierro, mácula sobre el reinado del Rey Sol. Otro muy conocido fue Luis XVI ya que tras la Toma de la Bastilla en 1789,  le aguardó la filosa guillotina. Su extravagante esposa corrió la misma suerte, acabándose momentáneamente la monarquía francesa.

 Bueno, pues después  de la chapa cultureta de rigor de la que luego os explicaréis su porqué, vamos a la crónica del partido del domingo por la tarde contra Palacios.Amaneció un primaveral día con un sol brillante y una temperatura muy agradable, aún así, un ligero airecillo gélido corría por el Municipal de San Isidro. La plantilla, una vez más, corta. Trece (¿De qué me sonará a mi este número?), estábamos más o menos los de siempre más Julito, ya regresado de su periplo por ahí en eso de Dubai, y Luis (recordad este nombre) ya recuperado de su lesión. Como ya tenéis que saber, nos jugábamos todo y la derrota o el simple empate darían al traste con nuestras aspiraciones. Palacios es un equipo joven salvo DJ Espa (cansino culé como el solo, que además, es quinto mío) que gusta de tocar el balón y al que se le intuye un interesante futuro.

Comenzó el partido con un Racing ligeramente dominador pero que no creaba ocasiones de peligro, pero hete aquí que en uno de nuestros ataques Pechines II me mete un excelente pase en profundidad. La pego con confianza y convencimiento y el aire va alejando el cuero del arquero palanciano, impacta en el palo y “padentro”. Medio gol mío y otro medio del aire (gracias Boreas). 1 a 0, gol de Luis Ángel (otra vez un Luis). Primera ocasión y partido de cara.

Al filo del descanso, en un balón parado no acertamos a despejar y Rafi (el del mote Rafael Abad) en su intento de evitar el gol la introduce en nuestro marco. Empate y al descanso con desasosiego y dando más voces de lo habitual.

Nada más comenzar el segundo parcial, carrusel de cambios debido a las lesiones, entra Julito ya que me han vuelto a rozar las botas nuevas (¡¡señor, que cruz!!) y entra Luis por Rafi, con lo cual, banquillo vacío y a intentar ganar como sea.

Nuestro juego no es bueno, pero de nuevo Pechines II encuentra una vía de agua en la defensa rival donde poner el balón para que Luis, tras buen desmarque, bata cruzado al portero.2 a 1, la cosa no va mal pero nuestro juego es demasiado deslavazado y acelerado. No superamos jugarnos cada fin de semana la clasificación y eso nos lleva a un permanente estado de “ansiaviva” (José Mota dixit), que en nada nos favorece

Continúa el juego y Palacios da un paso al frente para intentar el empate, nervios dentro y fuera del césped y no vemos el momento del pitido final. Aún así disponemos de dos buenos chances que no convierten El 4 y Pechines II. La agonía prosigue y el “Deja Vu” planea sobre el Municipal.

Pero en un saque de esquina, balón rechazado y Luis empala una espectacular volea que se aloja en la escuadra del marco palaciano. Partido finiquitado a falta de cinco minutos y final del partido plácido por fin. Pues eso, que los tres goles llevaron el mismo nombre propio, Luis, y por eso la chapada cultureta del principio (¡me salgo de original que soy, madre mía!).

Nuestra situación actual: Seguimos cuartos, por lo que si continuamos sumando puntos optaremos a la clasificación para la segunda fase como uno de los mejores cuartos de grupo. Nuestro próximo rival: Canicosa, el sábado por la tarde en su estadio denominado “El Moñigón” (no es coña). Otra vez más hay que ganar aunque sea haciendo trampas para llegar a nuestro último partido contra Huerta de Abajo con las opciones intactas. Canicosa es uno de los equipos más flojos del grupo y anda hundido en el pozo clasificatorio pero…. ya nos empataron en Salas a cero por lo que, confianzas las justas.

Recuperaremos efectivos, a Milen tras sanción y supongo que a alguno más que no le pille mal del todo ya que no hay margen de error. “Namás” se despide uno de Los Luises del Racing. Ay, y falto otro Luis, Luis Abelardo Abad “Luisete”, azote de los jugadores racinguistas desde la banda menos de su hermano Rafi (lo que es la sangre).

P.D: Como están las cabezas¡¡ El domingo apareció una sudadera del Racing Salas en los collados  de la Peña Villanueva y fue entregada en La Fragata. Lógicamente la había extraviado el sector La Peñazo del Racing. ¡Como están las cabezas!, os la dejamos en la piscifactoría….si es que....

Silver

viernes, 16 de abril de 2010

El pregonero


Como siempre, cada día nada más llegar a casa a la hora de comer, después de una apestosa mañana en la granja, Emi, mi avispada y mujer, ya había requetemirado el correo, con sus facturas, ofertas, propagandas, pedidos y catálogos de compras en las múltiples teletiendas que yo milagrosamente entresacaba de mis sueños nocturnos, cuando en plena roncada a pie de televisión y a horas intempestivas, aparece un musculitos plastificado aplastando una y otra vez un muelle con sus brazos y me recomienda la compra de aparatos de tortura donde se comprimen estómagos y muslos con pago visa, a la vez que se alargan brazos y piernas a contrareembolso, y, ya de paso, patrocina mi siguiente ensoñación con una sonrisa congelada y frívola. Sus productos en oferta llegaron a la semana después de nuestro matrimonio, en el mismo envío que el libro de familia.

- ¡Tienes correo del señor alcalde! -me exclamó nada más verme.

- ¿Cómo así?, ¿me han urbanizado la finca de Matasoto?

- ¡Qué va!, ¡qué va! Eso lo dejarán para la próxima legislatura; no ves que estamos en periodo de elecciones.

- ¿Pues qué quiere?, patrocinio en alguna carrera popular o unos cartones de huevos extra para algún chupoptero.

- ¡Quiere que seas el pregonero de las próximas fiestas de San Roque!

- ¡Coooño! -Exclamé inicialmente sorprendido y contrariado mientras me daba paso un cierto acojone por la magnitud de la propuesta. -Y... ¿por qué a mí? -Acerté a preguntar excitado.

- Según pone... "como ejemplo de serrano hecho a sí mismo, por el meritorio impulso a la explotación industrial avícola y la valiosa contribución en el tejido industrial de la comarca. Lo que denota valores humanos de superación, de trabajo e inquietud, rasgos tan característicos del serranomatiego".

- ¡Tela marinera! Ni mi madre, que me tenía en tal alta estima, lo hubiera dicho mejor; pobrecita ella, que no está aquí para ver esto. ¿Estás segura que es para mí?, ¿pone bien la dirección?

- Que sí Antonio, que está todo bien mirado y remirado, yo no sé si después te querrá proponer para concejal, ¿o qué?

- No seas tonta. La única vez que hice algo por el pueblo fue la chocolatada de madrugada en Santa Cecilia, cuando era mozo, y se me quemó completamente por estar más pendiente de dar moscatel a las muchachas del baile que de dar vueltas al caldo. Estaba apestoso y los mozos se tuvieron que conformar, puesto que yo salí por piernas, con apagar sus iras, y con ellas la chinada, tirando el brebaje al ascua. Fue el único año que se apagó la chinada antes de tiempo.

Esa noche la pasé en vela. Mientras mi mujer se retozaba en sus pausados ronquidos yo intentaba recolocar ideas y asimilar mi nueva condición de futuro pregonero. No me encajaban las cosas, asique busqué de nuevo sosiego en mis chicos macizos de la teletienda. Hoy no quería su presencia onírica patrocinando mis sueños, el sueño se había hecho realidad y eso me acojonaba. Hoy les quería vivitos y coleando, en acción, dispuestos a aguantar un chaparrón de livianas mentiras verdaderas, aderecedas con miedos y absurdos: los principales ingredientes de mis reflexiones. Sabía que con ellos podría contar, podría desvelarles mis más ocultos secretos, que ellos seguirían impasibles, sin rechistar y contradecirme, untándose cremas antioxidantes y comprimiendo artilugios estrafalarios.

- Yo no soy más que un hombre vulgar y burdo. -Les comentaba. No acabé el graduado escolar porque me sentía un burro en clase, de hecho lo era. Don David me ponía el primero en la fila a principio de cada trimestre porque sabía que mi progresión sólo tenía una dirección: el final de la cola a golpe doble de borrador, tac-tac; de allí no saldría por ser mi medio natural; allí me sentía el renacuajo refugiado en su charco teniendo al lado el río. No sé hablar en público, la única vez que lo hice fue en clase de doña Lali. Tenía que recitar una breve poesía de memorieta delante de la clase alabando a la Virgen María por Mayo y las flores. Hacía mucho calor y estaba nervioso, muy nervioso, y completamente sudado. Las primeras estrofas estuvieron torpemente declamadas, con titubeos, gallitos y trabas, la respiración se me entrecortaba y me provocaba vahidos. Pero en el siguiente párrafo todo cambió. Noté un gran sosiego, entone con valentía y seguridad, un alivio me recorrió todo el cuerpo -me estoy quitando de encima mi complejo de hablar en público, soy un machote- me dije gratamente, cuando un estrepitoso chillido fulminó mis pensamientos y con ellos mi declamación -¡Antooonio!, ¡qué estás haciendo!, Dios mío, cómo se puede...- gritaba la maestra acompasada por un carcajeo y vocerío generalizado de mis compañeros de clase. La tercera y última estrofa la recité para mis adentros mientras iba a por una fregona y limpiaba avergonzado el charco de meada que estrepitosamente se había deslizado por mis perneras goteando las baldosas de clase. Estuve todo el año meándome en la cama rememorando el ridículo pasado, a cambio, doña Lali no me sacó nunca más al encerado. Tampoco desde entonces he vuelto a hablar en público..., ¿Qué será de mí en el pregón? Delante de todo el pueblo expectante, de mi familia, rodeado de autoridades trajeadas..., -me tocaba y miraba la entrepierna por si el simple hecho de pensarlo me provocará la secreción. Los chicos encerados me miraban con comprensión mientras me asesoraban que llamará al 906400320 para cualquier tipo de consulta.

- Al terminar la escuela, mejor dicho, al sacarme mi padre de la escuela, me dediqué al cuidado de las de mi condición: las gallinas. Tenía diariamente que dar de comer y limpiar los excrementos de unas 300 gallinas que criábamos, junto a cerdos y conejos. Aquel trabajo familiar era mi vida, me mantenía ocupado toda la semana salvo los domingos que quedaba con los amigotes para echar la partida y tomar unos tragos donde Marquina o El Uruguay. Todo ello antes de ir al baile del salón municipal donde, ya envalentonado por los licores, atosigaba a las chicas con piropos y miradas lascivas, eso sí, ahí quedaba la cosa; el poquito de rubor se me quedaba en la incapacidad de sacarlas a bailar. Lo que no quitaba para morirme de envidia cuando veía una buena moza bien arrimada por el tesón del brazo de un amigo. -En esos momentos una rubia de grandes pechos me ofrece una faja constrictora, capaz de asfixiar la grasa más sebosa adosada a una barriga agradecida, como los pegotes de adobe en la pared vieja de una casona. El uso tiene que ser diario.

- Con la producción y venta de huevos obteníamos lo suficiente en aquella época para tirar adelante, hasta que llegó el descubrimiento. Tenía por aquel entonces un gato llamado Peluso, aunque no estaba enfermo, siempre arrastraba un aspecto de moribundo, escuálido, cabizbajo y cansino. Su pisada era tan ligera que no era capaz de dejar huella ni en el barro, eso sí, dejaba un rastro de pelo inimitable. Siempre estaba perdiendo y cambiando de pelo. Le crié conmigo asique a veces me acompañaba hasta el gallinero, pero él, prudentemente, se quedaba en la puerta observando mi trabajo, atemorizado por las tandas de picotazos que una y otra vez salían de las jaulas y golpeaban en los comederos con avidez. El pobre Peluso tenía miedo hasta de las gallinas. Una noche le eché en falta. Acostumbraba a salir a la calle del barrio, pero en horas de sol, era casi medianoche y no le tenía arrullando encima de mi cama. Era extraño, tal vez había preferido el cojín al placer de los últimos calores de la cocina. - Fueron mis últimos pensamientos antes de caer dormido. A la mañana siguiente fui como era costumbre a recoger los huevos depositados en los ponederos. Nunca superaban los dos calderos pero aquella vez, para mi sorpresa, llené hasta tres y medio. No entendía el por qué de esta superproducción ya que habían comido el mismo pienso y bebido el misma agua en todos estos últimos años. De pronto, apareció de detrás de un saco Peluso, con su habitual aspecto desgarbado, el hombre se había quedado encerrado en el gallinero toda la noche y por su ojos cansinos había pasado una noche toledana. Los días siguientes fueron normales, con producciones que no superaban los dos calderos previsibles. Durante un tiempo no hacía más que dar vueltas al asunto, no encontraba razón a aquella anomalía, hasta que caí en el gato. Decidí, contra su voluntad y mi sentimiento de pena, encerrarle de nuevo entre cacareos y plumas. La respuesta fue contundente: casi cuatro calderos. Por una extraña razón, la presencia de un animal felino provocaba en las gallinas un desarreglo en su metabolismo, fruto, tal vez, del miedo o la excitación, activando la producción de huevos hasta en las gallinas más viejas. Me convertí de la noche a la mañana en el principal productor de huevos de la comarca. Amplié la granja y comencé a exportar a Burgos. Mi único problema era reemplazar a Peluso, el hombre ya era viejo y las gallinas comenzaron a bajar la producción pues se estaban acostumbrando a su presencia con lo que ya no sentían esa excitación. El asunto se solucionó comprando los gatos más dóciles y miedosos de la comarca. Los fieros y bravos me hubieran aniquilado las gallinas. Aquel secreto nunca ha sido desvelado, ni por mis ignorantes empleados. Soy yo el que me encargo a última hora de la noche de soltar los michinos y quitarlos al alba. Una vez, estando enfermo, me quedé dormido y los currelas me mataron a los tres que tenía pasando la noche en las naves, pensando que habían entrado a matar las gallinas. Y supongo que, en definitiva, este es mi meritorio impulso a la explotación industrial avícola, como bien dice el alcalde: el dejar encerrados a Peluso y sus congéneres con las gallinas, ¡qué gilipollez! -Por primera vez en la noche sonreía, contagiandome de la cínica sonrisa de un guaperas que se contoneaba llevando un calzoncillo almidonado que ensalza el paquete en los vaqueros.

Por fin llegó el día señalado, el 14 de agosto. Mi primo Gustavo, el abogado, estuvo revisando el discurso el día anterior. El contenido le pareció el correcto: loas a la ciudad, loas a la historia, loas al carácter serranomatiego, loas y más loas. Ahora bien, estaba lleno de incorrecciones gramaticales, giros viciados y faltas ortográficas, que como yo le dije, no merecían la pena corregir, ya que nadie va a distinguir al güebo del huevo. Aún así, se puso pesado y tuvimos que rectificarlas. El día había salido feo, algo nublado. Eso era lo de menos, no tenía la más mínima intención de disfrutar del día, por lo menos, hasta que no leyera el discurso. Me puse mi mejor traje como un torero se pone la taleguilla, en la soledad de su responsabilidad, enfrentándose a sí mismo en el espejo, mientras subalternos y apoderados le comentan los preámbulos del festejo. A las 12.45h ya estaba en el Ayuntamiento, rodeado de concejales e invitados al acto. Salimos al balcón principal de la fachada engalanado con la bandera nacional, yo en su centro, rodeado del alcalde y el cohete con el que estallaría el chupinazo. Y eso es lo que me ocurrió, un chupinazo de nerviosismo de sólo pensar que podía hacermelo encima de la insignia nacional. Me convertiría en un apátrida, expulsado de mi país, ¡qué otro me daría asilo?..., alguno que no tuviera bandera, supongo. Para el alcalde, este malestar no pasó desapercibido.

- Tranquilo hombre, no te preocupes que no te van a escuchar. Las peñas son incapaces de quedarse en silencio. -Me comentó, intentando transmitirme calma acompañándome con una comprensiva mirada.

Pero su intento cayó en saco roto, los miedos y fantasmas de la niñez aparecieron como por sortilegio al ver la expectación de una plaza abarrotada de griterío y algarabía, el mismo ambiente que reinaba en clase de doña Lali. Estaba literalmente acojonado. Mi último recurso fue quitar hierro al asunto. -¡Qué sea lo que Dios quiera!- me dije a mí mismo mientras el señor alcalde arrancaba con unas palabras de bienvenida y presentación. Y comencé mi pregón. Notaba que la voz se me iba por momentos. Un empleado atento me acercó un poco más el micrófono, justo lo que no quería, que se me oyera. Me prometí a mi mismo no parar, ni mirar al público, hasta terminar la oratoria y así lo hice. El temblor de mi muñeca me impedía leer correctamente el discurso, por lo que a veces tenía que adivinar las palabras, sin reparar en su posible incongruencia. El corazón me bombeaba oxígeno puro y con la respiración acelerada no era capaz de terminar las esdrújulas, rompiéndolas como si de un dictado se tratara. ¿Hasta cuando podría aguantar este tormento? Hasta que llegó... Iba a comenzar el párrafo, a mitad de discurso, en el que hacía hincapié en cómo esta ciudad cría hijos con gallardía y coraje, que saben sobreponerse a la adversidad y en vez de desmoronarse afrontan exitosos los contratiempos; un legado que la ciudad hacía a su súbditos a cambio de fidelidad y corazón... En ese párrafo llegó el alivio. A pesar de no haberlo sentido desde hace muchos, muchos años, no lo había olvidado. Mi pulso, mi ritmo cardiaco, mi respiración, se desvanecían en un mar de placidez. Era una auténtica delicia. Comenzaba a entonar agudas, llanas y esdrújulas enfatizando el acento, me tomaba mis tiempos en comas y puntos, improvisaba en exclamaciones, remarcaba las interrogaciones. Una auténtica delicia de discurso. Hasta que mis sentidos detectan la humedad que ya me invade todo el cuerpo y mi mente me alerta: ¡te estás meando!

Permanecí fiel a mi promesa y proseguí con el discurso, a pesar de que un estallido de voces emergían de la plaza. Justo ahora, ya no se me oía, notaba a la muchedumbre agitada, escandalizada por el acto. Alrededor mío noté también el movimiento, con gente que abandonaba el balcón, el señor alcalde, en un acto que le alaba, tan sólo se separó un trecho de mí, quizás para evitar el salpicado. No me dejo sólo.

Por fin terminé el pregón con un viva Salas, que extrañamente, fue correspondido con un viva enérgico y contundente. El funcionario municipal me acercó la mecha con la que prendí el cohete del chupinazo. Antes de estallar el bum de las fiestas, viendo como se elevaba el explosivo, un aluvión de gotas enjuagó mi cara. Miré al señor alcalde, miré a la muchedumbre. Todos estaban completamente empapados del chaparrón de agua que estaba cayendo.

El señor alcalde me felicitó por mi discurso sencillo y sentido, y nos bajamos a probar el zurracapote de las peñas.
 

minkowski
 
 

miércoles, 14 de abril de 2010

Jueves de pasión


Jueves Santo decisivo en el Municipal de San Isidro. Si perdíamos contra el Norma de San Leonardo (equipo que el año pasado militó en 3ª División), nos veríamos abocados a luchar por el descenso de categoría y dejar sin representación regional a la ciudad de nuestros “amores”. Buena asistencia de público, debido a la gente venida de San Leonardo y a los que estaban de puente a Salas.

 

Nervios en el vestuario y en el staff técnico antes del partido.



El vestuario del rival estaba dirigido por otro salense:  “chinflis”  o sea, “moli” el hermano de bombón (creo que con estas pistas, le conoceréis todos), con lo que también había una “pequeña rivalidad” de banquillos. Nuestro  mister (JP) se decidió por sacar de inicio a la vieja retaguardia con una media de edad que superaba los 30 años, perdiendo frescura y velocidad, pero ganado en experiencia y sabiendo que muchos de nosotros ya conocíamos el sistema que emplea chinflis de haber jugado con él o a sus órdenes.



El equipo salió enchufado desde el inicio y a pesar de no realizar una buena primera parte, nos adelantamos con gol de Roldán de cabeza. El Norma sólo tuvo una ocasión clara en el primer tiempo en una falta indirecta sacada a 4 metros de la línea de gol tras coger Jorge (el portero) con la mano, una cesión con el pie del que escribe.



En la segunda mitad fuimos a por todas y nos pusimos con 3-0, Rafa Fierro y otra vez Roldán. Increíble, es la primera vez en todo el año que nos adelantamos con tres goles y no nos han metido ninguno, pero una “cagadita” de Julián, nuestro pastorcito, nos deja con 10 jugadores la última media hora de partido, pues le atendieron debido a un golpe y entró al campo sin avisar al árbitro, por tanto, tarjeta amarilla más otra que ya tenía,: a la “rue”. Nos marcan así su gol de la honra.

Buen partido con mucha seriedad en defensa, destacando a Roldán y Rafa Fierro en ataque. Ahora a  prepararnos para el sábado 10 en Cuellar (Segovia) . Otro partido decisivo que si ganamos, dejariamos en la cuneta a otro rival directo.

Javicón
06/04/10

martes, 13 de abril de 2010

la batalla del bosque de Teutoburgo

(año 9 antes de nuestra era)
  
Varo avanzaba con 20.000 hombres por las cercanias del bosque de Teutoburgo. Dias antes de la batalla llovió con mucha fuerza hasta convertir el campo de batalla en un gran lodazal que dificultaba cualquier movimiento y el empleo de las armas. Las legiones de Varo fueron sorprendidas en lo mas profundo del bosque  y no pudieron formar en orden de batalla porque la espesura de los árboles lo impedia. Fueron diezmados a base de ataques concentricos de los germanos en determinados puntos, para luego retirarse y volver al ataque en otras zonas, y asi sucesivamente. Se dice que el emperador Augusto, muy afectado por la derrota, estuvo varios meses sin cortarse el pelo, ni afeitarse, y que con frecuencia se despertaba en pesadillas por las noches gritando:"  Varo,devuelveme mis legiones". 
Esta batalla es una de las más conocidas de las que libraron los romanos y me viene que ni pintada para titular esta crónica, ya que durante la misma un factor determinante fue el barro, y en el partido contra Regumiel, idem, ya que fue disputado en un autentico lodazal.
Bien, pues las huestes racinguistas se limitaban a 12 jugadores disponibles (alguno menos de los que dispuso el Cónsul Varo) y con esta reducida tropa nos enfrentabamos a Regumiel que la jornada anterior nos había arrebatado el cuarto puesto, último que, posiblemente, de  acceso a la siguiente fase. “Usease”,  que nos lo jugabamos todo.
Pero la verdad es que el racing está más que acostumbrado a la épica y estos partidos no nos resultan extraños. El estado del campo, infame, no ayudaba a nuestro juego pero había que ganar y estaba claro que el buen fútbol no iba a ser la razón, sino el coraje.., lo que en este Trofeo se denomina vulgarmente “Echarle más … que el otro”.
Rodó el balón, rodó lo poco que podía rodar en semejante barrizal, con nuestro equipo muy bien plantado y sobre todo muy motivado con una actitud que creo es digna de elogio.

Atacabamos a rachas hasta que el mítico Rafi (de mote Rafael Abad) entró como cuchillo en mantequilla por el centro de la zaga zumelina para definir con gran clase, poniendo el primer gol en el tanteador. Empezaban bien las cosas, pero nos quedaba un mundo.
El primer tiempo transcurría sin grandes agobios para nuestra portería hasta que en un centro largo cruzado su rapidísimo extremo Emi remató de cabeza cruzando el balón sin opciones para Carletes. 1 a 1 y problemas.
Descanso. Merecidísimo ya que el campo hacía que el desgaste físico fuese extremo y nuestro banquillo no era precisamente profundo. Nuestras sensaciones eran de optimismo. Y también las de nuestro público, sobre todo las de El Agorero. Fue como si de una fábula se tratase. Viendo el partido estaba un racinguista de pro, Jesús Urién (Chus), ex jugador del Racing y fiel con su equipo siempre. Pues eso, díjome Chus “esto lo solucionas  con un golete de esos tuyos”. Ja, un golete de esos qué??. “Que si, ya verás como lo solucionas” repitiome El Agorero.
Y a jugar, segundo tiempo en el que ya el campo era lo que se denomina un patatal. Seguimos bregando y peleando cada balón y en una ataque sin aparente peligro, un defensa zumelino no acierta en su despeje y me cae el esférico, ¿qué hacer?, viendo como estaba al campo el toque sútil sonaba a risa (por el campo y por todo)  asi que la solución fue fácil, mítico punterón dirigido a un lado, sale bien el portero no lo alcanza y 1 a 2 el Racing por delante y gol dedicado a El Agorero.
Desde entonces hasta el final, el equipo, muy cansado, se echó atrás para controlar las acometidas zumelinas. La buena labor defensiva y en la portería de carletes, nos llevaron al pitido final. Victoria crucial, ducha más que necesaria y agotamiento total.
Paso de gigante para nuestra, todavía, lejana clasificación. Adelantamos a Regumiel y nos colocamos cuartos. Esta semana nos visita Palacios, un equipo joven que gusta de tocar para jugar al fútbol, tampoco podemos fallar. A ver si el épico triunfo queda en nada pinchando contra los palancianos. Esperemos que no, recuperaremos efectivos y la motivación está alta tras esta victoria.
Que no tengamos que decir cual Augusto: " Palacios,devuélveme mis puntos".

Silver
03/04/10

jueves, 8 de abril de 2010

Día 7 Las voces, arreglos, y hasta luego

A pesar del manifiesto cansancio nos ponemos a trabajar. Empezamos con las voces. Ya tenemos elegido el micro a usar, esta vez nos hemos decantado por uno de pedigrí y precio desorbitado. No nos ha costado mucho decidir, pero hemos probado por eso de experimentar. Tras realizar varias tomas, nos paramos a escuchar. Ya se ve una idea clara de cómo será el resultado final, y ese resultado nos empieza a gustar tremendamente. La cosa tiene mucha garra, así que nos paramos un momento a reflexionar sobre los pasos que quedan por dar para que el producto final sea definitivo. 

Amanece un nuevo día, en una nueva ciudad, en un nuevo estudio. Desde las nueve de una mañana gélida se empieza a trabajar en Neo. Se arranca la maquinaria, se revisan las pistas y el trabajo realizado en Madrid. Se monta la microfonía y se edita un poco hasta la hora de comer. Alberto, Eduardo y Raúl deciden acercarse hasta Fuentespina para elegir un menú entre 15 primeros y 15 segundos platos. Al terminar de zampar su valoración del restaurante es unánime: “Estamos hinchados”. Cuando me los encuentro tienen los andares de los perros viejos y resoplan. Sigo observando su comportamiento y veo que se muestran tremendamente ágiles para pillar alguna de las sillas libres del estudio. 

La parte final de la tarde decidimos dedicarla a introducir refuerzos de guitarra y bajo. Gracias a los arandinos, “Yani Como”, nos hacemos con una fender telecaster. Para hacernos con la fender nos tenemos que acercar hasta el centro de Aranda, lugar donde nos ponen una multa por estacionar en zona azul (sin abonar).

Usamos la fender para sobredimensionar los estribillos y después pasamos a grabar “bajos doblados” con distorsión. Las canciones empiezan a engordar por momentos de forma que inundan el habitáculo en el que nos encontramos.

Con la euforia que nos entra, por la sensación de dar en el clavo, llega el cachondeo. El Berri, se arranca a cantar Hardcore sobre las pesadas guitarras que se casca Raúl. También ha llegado el momento de las visitas, gentes de Aranda y algunos residentes serranos.

A las once de la noche ya estamos cansados  por segunda o tercera vez. Estamos entre cenar, continuar o dejarlo para otro día. Finalmente preferimos dejarlo para otro momento de mayor concentración. Esta vez haremos un paréntesis más largo, la agenda de Raúl está llena hasta finales de mes.

Nos retiramos cada uno por nuestro lado. Ya hemos quedado para finales de marzo y estas páginas serán retomadas entonces.

Nos vemos.

Cope








 

martes, 6 de abril de 2010

El mal de Cebreros

Mira que llevo años jugando al fútbol y nunca me había pasado lo de este Domingo de Ramos. De partida ya íbamos justos de plantilla con 4 lesionados y 2 ausencias por trabajo, total que Javi Pacheta (JP), tuvo que echar mano de dos juveniles (Ángel y Fortu). En total 16. Viaje pesado donde los haya. Salimos a las 9 de la mañana y en Aranda tuvimos la última incorporación de Palacios (Carlos) que parecía estar levitando y no le hacía falta disfrazarse para la noche de Hallowen. Se pasó vomitando todo el viaje. Uno menos (ahora somos 15).

El pueblo de Cebreros está en un paraje envidiable entre la Sierra de Guadarrama y Gredos. Calor sofocante como el que no sentíamos ninguno desde el verano pasado. Comida como siempre: spaghettis (sin queso) y carne. Tras la comida, Fierro empieza a encontrase mal y a vomitar, otro descarte (somos 14). JP se empieza a poner nervioso.

Mientras llega la hora del partido, vamos a ver el museo que hay sobre Adolfo Suárez (Cebreros es su pueblo natal) y la transición. Interesante.

El calor se empieza a hacer insoportable. Menuda papeleta nos espera: jugamos contra el líder de la categoría, el segundo equipo representativo de Ávila, estamos en cuadro ya que si quitamos el portero reserva nos quedamos con trece, de los cuales 2 son juveniles, por tanto, dan un total de 11 jugadores de campo; a Rafa y Carlos les llevan al ambulatorio y les meten un “chute” para que espabilen y se tengan en pie. Mara, Pani y Javicón salen de lesiones y es difícil que aguanten los 90 minutos. Total, que JP se las vio y deseó para organizar un 11 competitivo.


Hicimos un buen partido, a pesar de la pegada que nos faltaba arriba y de no tener recambios. En el minuto 20, Narciso empieza a marearse del soporífero calor y casi le tengo que coger en brazos al verle tambalearse. Lo que nos faltaba. Es joven y aguantó como pudo. El partido le llevamos de tú a tú, pero dos faltas directas desde 25 metros nos la clavan por la escuadra y nos hace perder un partido en el que también se le lesionó Sergie Balakov Todorov.


Partido interesante para los 200 espectadores cebrereños y 5 salenses.
Destacamos al jugador de la cebrereña que nos metió los dos goles y nuestro portero Javi, que al final del partido, cuando estábamos físicamente machacados, nos libró de un par de goles más.

En el viaje de vuelta, el dichoso bichito también se apoderó de JP, Álvaro, Héctor, el presi y Jorge, más los que lo vayan incubando estos días. Esperemos estar disponibles para el jueves
 
Un saludo y esperamos el apoyo de todos este Jueves Santo a partir de las 5 de la tarde en San Isidro contra el Norma, donde nos jugamos media liga (por no decir entera).

Javicón
Crónica 30/03/10

sábado, 3 de abril de 2010

TENGO UN DISGUSTO*…



*Disgusto: Sentimiento de enojo y desánimo que tiene alguien, que se produce en él a causa de un pleito o desacuerdo con otra persona o por alguna cosa que le resulta desalentadora, molesta o desagradable. Sinónimos: aburrir, acibarar, amargar, asquear, chinchar, desagradar, encolerizar, enojar, irritar, molestar.

Hoy esta crónica, amarga ella, no empieza como siempre. De hecho, si no es por que sé que hay personas que les gusta leerla no la hubiera hecho. ¿Por qué? Pues porque tengo un disgusto... De hecho, no sabía ni como titularla, y la idea se la tengo que atribuir, y por supuesto agradecer, a Pablito Aimar y a la señorita (pronto señora) Alonso que cuando les conté el disgusto que tenía, no vieron mejor título que este.

Vamos al tema. Primaveral tarde en Hacinas para disputar el derbi de Ledanías. Buena afluencia de público, muchos de ellos, salenses que se desplazaron para ver este enfrentamiento ya clásico en el grupo. Y abrevio que sigo con un disgusto…

Comenzó el partido con ambas escuadras bien plantadas sobre el césped. El Racing atacaba algo más, creando cierta desazón en el contrario, pero sin opciones claras de gol. Hacinas esperaba y en el primer fallo de nuestra zaga…, delantero solo contra el portero y gol. Primer tiro a puerta y a la jaula. Alguién recuerda Deja vu?? Pues eso, que tengo un disgusto…A remontar toca y en Hacinas complicado. El Racing ataca y tenemos algunas oportunidades que no supimos convertir. Ala, al descanso. Recomponemos filas debido a que Luis, que estaba cuajando un gran encuentro, se resintió de su lesión. Más problemas, pero salimos a por el empate y se suceden nuestras llegadas hasta que al fin, a los 30 minutos, una falta lateral es sacada al espacio y Duche con un gran centro chut y ayudado por el poste aloja el balón en las red contraria. Bueeeeeenoo, empate que no era maravilloso, pero que era un mal menor mirando de reojo a la clasificación.

Pero somos el Racing …, dos minutos pasaron y en una falta lateral despejamos al centro del área donde la empalan y fusilan nuestra portería. He dicho ya que tengo un disgusto... ¡Al ataque!!!, sin mucho orden y aún menos acierto, nos volcamos a por el empate, pero en una contra otro gol de Hacinas. Partido finiquitado. Además Milen es justamente expulsado por un arbitro que ayer protagonizó uno de los mejores arbitrajes que he presenciado en mi larga trayectoria en este santo Trofeo.

Acabo. Alguien quizás haya reparado en que de Hacinas solo he reseñado tres disparos a puerta con peligro. Tres goles. No quiero que parezca cansino, ni que sirva como paño de lágrimas pero, repito, el fútbol nos castiga cruelmente, cada mínimo error nos cuesta un gol, cada pequeño fallo nos cuesta…., sí, habéis acertado, un disgusto.

Jueves Santo, 5 de la tarde, Regumiel de la Sierra. Nos lo jugamos TODO. Una derrota allí daría al traste con las opciones de clasificación (pocas) que todavía mantenemos. El Racing,históricamente, se ha crecido ante los retos y adversidades. La del jueves es la mayor en su reciente historia. Saldremos de esta o la siguiente crónica llevará por título Tengo un disgusto 2. Espero que no,,segundas partes nunca fueron buenas. Manténganse atentos, el desenlace en pocos días en esta misma página.

¡¡Ah!!, me decía Hugo que en la crónica buscara algún paralelismo con el partido del Real Madrid-Atlético de Madrid. Haylos, Hugo querido, haylos. El Atlético siempre pierde en el Bernabeu y el Racing en Hacinas, salvando las distancias…

Silver
29/03/2010