lunes, 29 de marzo de 2010

Los trece de la Fama


1526, Francisco Pizarro se dispone a conquistar el Imperio Inca, arenga a sus soldados, pero solo 13 le siguen hacía la conquista de uno de los más grandes imperios de América.
Este texto nos narra este importantísimo episodio histórico. “El trujillano no se dejó ganar por la pasión y, desenvainando su espada, avanzó con ella desnuda hasta sus hombres. Se detuvo frente a ellos, los miró a todos y evitándose una arenga larga se limitó a decir, al tiempo que, según posteriores testimonios, trazaba con el arma una raya sobre la arena: Por este lado se va a Panamá, a ser pobres, por este otro al Perú, a ser ricos; escoja el que fuere buen castellano lo que más bien le estuviere.

Un silencio de muerte rubricó las palabras del héroe, pero pasados los primeros instantes de la duda, se sintió crujir la arena húmeda bajo los borceguíes y las alpargatas de los valientes, que en número de trece, pasaron la raya.”

A este se le va de las manos, estaréis pensando más de uno. Todavía no, queda poco, pero no todavía. El título viene porque este jueves festivo de San José y en un partido fundamental para las aspiraciones racinguistas de clasificación, trece éramos todo el bagaje futbolístico que pudimos presentar. Citaré sus nombres porque como dijo Churchill  y  yo se lo repito ,sin acritud pero que se sepa, al resto del racinguismo,  “Nunca tantos debieron tanto a tan pocos”.
Alejandro(Humphrey): Entrenador, fiel contra viento y marea.
Carlos(Carletes) portero quintanaro, cada día mejor persona y mejor portero.
Raul(Yuhan): Grande en todos los sentidos.
Santi(Mague): Veteranía y compromiso.
Javi(Duche):El escudo del Racing cosido al pecho.
Fernan: (varios apelativos): Coraje sin límite.
Antonio(Moro): Caviar en el Trofeo Diputación.
Carmelo(El eterno juvenil): Sacrificio, oficio y buen chamizo.
Javi(Señor letrado):Ley y orden.
Rafi(Rafael Abad): Tesón y La Peñazo.
Yo(Silver): Toda una vida en el Racing.
Milen(Milencio): El gol y la pelea en el ADN.
Martínez(Marti): Ni Don Ramón le impidió jugar y La Peñazo.
No puedo ni quiero olvidarme de los dos únicos seguidores que se acercaron a apoyar al equipo a Vilviestre que fueron, como tantas otras veces, Lorena y Oscar “Mellao”. Bien pues estos éramos los que teníamos la obligación de sacar adelante el partido para mantener nuestras opciones en la tabla, Pretorianos, una vez más pretorianos….., otro día hablaremos de ellos. Además Marti estaba lesionado pero aún así disputó muchos minutos debido a que el que suscribe esta crónica estaba también lesionado en una costilla y para más inri estrenaba botas (con permiso de luisete) lo que me produjó las más que lógicas rozaduras (toda la vida en esto y me pasa…., parezco nuevo).
Sobre el partido seré breve que todavía queda el del domingo y se me puede hacer muyyy laaargo. En un campo embarrado pero en mejor estado, quizás, de lo esperado rodó el esférico. No fue un partido de grandes ocasiones, en nuestro bando las monolpolizó todas Milen que está rindiendo a un  gran nivel. Las marró pero en una de ellas cuando ya el gol era cantado el portero vilviestrino le derribó, penalti que el mismo transforma. 0-1, buen comienzo y a seguir sufriendo. Ya rayando el descanso el balón le llega a Javi Lalanne en el segundo palo, se va del portero y, sí, de nuevo, este le derriba. Penalti. Otra vez Milen asume la responsabidad y lo tranforma, 0-2 e intermedio.
El segundo parcial fue malo, el Racing, lastrado por las lesiones se defiende y Vilviestre nos crea problemas que Carretes y el palo consiguen desbaratar. Piiiiiii, acaba el choque, que descanso. Tres puntos fundamentales y la sensación de la obligación cumplida. “Los trece de la Fama” pueden descansar entre tiritas, vendas y ungüentos. Descansar, pero rápido, porque  en menos de 48 horas Monasterio y su infame campo nos retarán.
No se me olvida los espectaculares lechazos asados de nuestros cárnicos proveedores racinguistas, Fernan y Marti,  que degustamos donde carmelín. Yo comí costillitas a ver si ayudan a curar la mía.

El amargo sabor del Gol
 Intentaré ser breve con esta crónica ya que este maratoniano  fin de semana para el Racing hace demasiado larga esta sección de La Chinada esta semana. El domingo, como ya os adelantaba, nos desplazamos a Monasterio. De nuevo cortos de efectivos ya que, aunque recuperábamos a Cesar y Javi, se caía de la lista Moro por lesión. Otros trece de la Fama, que casualidad.
 El terreno de juego estaba bastante mal, aunque una de las mitades y las  bandas era más practicables. Comenzó el partido y las sensaciones eran inmejorables, llegábamos con fluidez y a los poco minutos acerté con un buen disparo que se alojó en las redes locales. Y aún mejor, al poco un rechace nos favorece y de nuevo acierto con el gol y nos colocamos 0-2, cuando se llevaban escasos 20 minutos de juego. Continuamos nuestro asedio gozando de numerosas oportunidades que ya no materializamos. Y, como siempre, el fútbol nos castiga excesivamente y en un gran disparo lejano Monasterio acorta distancias, ¡qué cruz! Y al descanso.
 El segundo parcial continua con el guión y disponemos de opciones claras que su arquero o el palo, a tiro de Cesar, impiden que sentenciemos. Nuevo castigo, Monasterio a la contra empata. Negros presagios se ciernen con la más que previsible victoria a tenor de la acaecido hasta el momento. Pero en un certero saque de falta lateral de Rafi, Duche engancha un perfecto cabezazo que nos pone de nuevo por delante. Ligero respiro y a tratar de sentenciar.
 Entonces comienza el desaguisado arbitral, Monasterio sobremotivado ejerce verdadera brutalidad en algunas entradas, sobre todo a Milen, que el arbitro (señor colegiado, a veces en el fútbol no se puede quedar bien con todos) pita pero no sanciona con tarjetas. El conjunto local se crece y en un saque de falta empata de cabeza. Toca otra vez la heróica y “pallá” que vamos encerrando a Monasterio en su campo, creando varias situaciones claras de gol que no convertimos. La excesiva dureza prosigue pero acaban con 11 jugadores(esto ni lo puede explicar ni Iker Jiménez, si ve el partido), y empate contra el colista que por su clasificación no suele emplearse con tanto ímpetu ante otros contrarios.
 Acabo. Por eso el título de esta crónica. Goles, si, pero con sabor amargo ya que no valen para sumar tres puntos de oro, que de veras creo que merecimos.
 Y el próximo partido donde es…., a ver que no caigo...,¡¡ah, sí!! En Hacinas. La madre de todos los partidos con rivalidad total desde la noche de los tiempos. El equipo que,con su victoria en Salas, desencadeno la crisis de juego y resultados de la que ahora parece que estamos saliendo. Un campo maldito para el racinguismo donde no ganamos desde hace ya demasiados años. Pero este año toca, que sí, que este año va a ser que sí. Este año les ganamos por lo civil o por lo criminal. Podemos hacerlo, sabemos que podemos hacerlo, simplemente tenemos que creerlo. Pues eso, que la próxima semana nos desplazaremos allende Ledanías y espero que esta crónica sea la de una gran victoria del Racing ante el más atávico de nuestros rivales.
 Silver
22/03/10

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